miércoles, 23 de mayo de 2012

... en blanco ....

“Hay tres cosas que debe hacer el hombre en su vida para sentirse realizado. A saber: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”.

Teniendo en cuenta que mi primer árbol lo planté yo solito cuando tenía seis años en el chalet de Rafael Arévalo, que desde hace casi siete años soy un hombre henchido de orgullo por cualquier cosa que haga Sobrinodos, y que escribo bastante mal un blog desde hace cinco años, creo que puedo decir que he cumplido el adagio si nos desentendemos de la parte que tiene que ver con ser un sabio acerca del tema del que se escribe. Ya empezamos a cojear.


Sin embargo, hoy tengo otro argumento terrible e inapelable para demostrar que soy escritor: padezco el síndrome de la hoja en blanco. En mi caso, el síndrome del blog en blanco, el del blog que no se actualiza. A Cukecito le debe pasar lo mismo que lleva con el mismo post desde hace meses, pero se escuda en su falta de tiempo.Lo lleva a rajatabla: ni actualiza el blog, ni actualiza su feisbuk ni mucho menos su tuíter. Es más, ha batido su propio récord: en lo que va de año he hablado más veces por teléfono con su mejor amigo Eduardo que con él mismo, ya que, ahora, en su nueva vida ni contesta el teléfono ni  ha instalado el teléfono fijo de casa, que te dan con el ADSL, para precisamente tampoco cogerlo. Es que no sabe ni su número de abonado.

Pienso en mi blog y no se me ocurre nada. No tengo ganas de recordar si tengo alguna anécdota, no tengo ganas de meterme con Cukecito porque no actualiza su blog, no encuentro motivos irónicos como Larra (Mariano José de Larra para los que vengan de la LOGSE y posteriores) para quejarme….. Y tampoco quiero hacer como otros grandes bloggers que rellenan por rellenar haciendo refritos de otros textos que tengan a mano.


La crisis galopante, la huelga, los piquetes informativos de los que he formado parte, los falsamente llamados recortes, la liga del Real Madrid, que mi ojito derecho haya dejado de serlo, que Sobrinodos me enternezca a diario, que los caraduras de mis inquilinos, que … en fin… nada, no me apetece hablar de ellos, y eso que podría transcribir los mejores diálogos de la historia de los Blogs y contar las mejores anécdotas….


Me jode joroba que se celebre la copa del rey en Madrid y saber que sus acérrimos seguidores van a llenar la Villa y Corte de pintadas con los lemas “puta Madrid, puta España” y semejantes. Además, a mejor gloria a los paseantes con los que se cruzan nos llamarán “españolitos” , pues paso, tampoco entro al trapo.


Ayer pude ver el último episodio de la serie Jaus. Como ha sido una gran serie de TV el último episodio está a la altura de las grandes series y es el peor episodio de las ocho temporadas y de los casi doscientos capítulos. Sin embargo, tiene una gran frase. House (ahora sí que lo escribo bien) le dice a su morituri amigo Wilson “¿ cómo quieres vivir los próximos 5 meses? Lo que equivale a decir ¿ qué vas a hacer el resto de tu vida? ¿ seguiré con el síndrome de estar en blanco?

viernes, 11 de mayo de 2012

Baldomero Fernández

Me presentaron a Baldomero una tarde de primavera cuando estaba en la ducha después de ir a correr por el parque. Mi madre, toda emocionada, y eso que odia a los perros, no pudo aguantar la ilusión y, en brazos, pasó al baño a enseñármelo cuando mi hermana lo introdujo en casa con algo de nocturnidad y mucho de alevosía.

Tras las primeras 24 horas de adaptación, comenzaron los problemas. Y es que el pequeño cachorro, deponía donde le venía en gana, mordiendo  todo tipo de muebles y demás. La consola de mi madre fue un digno mordedor perruno. El Politus de los muebles debe de dejar un buen sabor, y Baldomero no era un gran gourmett como lo fue luego.

Luego vinieron las patrullas nocturnas y la comedura de zapatillas. Pero bueno... cosas que pasan con los cachorros. 

El animalito, fuera de saber que el cuarto de baño perruno está en la calle, nunca ha sabido ir atado. Nunca ha obedecido mucho, y a menudo se ha escapado, o bien regresando por su cuenta a  casa , o bien siguiendo el rastro de alguna perrita. Olfato no le ha faltado, ni tampoco apetito. Siempre he dicho que es una aspiradora con patas. A cambio, ha sabido aceptar la llegada de mis sobrinos, desplazándole momentáneamente,  haciendo honor a su sangre, ignorando a los pequeños infantes que campaban por su territorio.

El caso es que, chino chano, se ganó con rapidez, y  se ha ganado, el cariño y la simpatía de todos, en especial, y es lo curioso de mi madre, a la que, cuando aún tenía algo de vitalidad, seguía, acompañaba, y protegía de los terribles peligros de las bicis de montaña en el Monte del Pardo.  Y ahora, que con ¿catorce? años, sordo como una tapia, con poca vista, con un pequeñito club de fans en Facebook, y muchos dolores, parece que tiene que dejar este humano mundo.

De pequeño me aseguraron que existe el denominado cielo de los perros. Ahora lo imagino lleno de longanizas, perritas de buen ver, y sofás.

Buffer se va para allá. Fijo

jueves, 5 de enero de 2012

Camilleri y Maigret no es lo mismo que Simenon y Montalbano

La verdad que el título es complicado. 

La razón es que es fácil llegar a la conclusión de que voy a hablar de novela negra o policíaca cuando, en realidad, creo que caben en este post las novelas de Simenon junto con las de Guareschi que nada tiene de policíaco. Entonces pasa que.... 

- el Maigret gusta de comer bien 
- el Montalbano de Camilleri, gusta de comer mejor, sobre todo salmonetes de roca, o en su defecto siempre pescado 

- el nombre de pila de Maigret es Jules 
- el nombre de pila de Montalbano es Salvo 

- Simenon es Belga 
- Camilleri es Siciliano

- Simenon no habla de política 
- Camilleri, al igual que Guareschi, está bastante influenciado por su ideología política 

- Para Simenon el sexo es un paso mas, una escena mas, en sus novelas 
- Para Guareschi cada escena de sexo es sus novelas es una fantasía onírica 

- A Simenon las prostitutas le producen una especial simpatía 
- A Camilleri las prostitutas le inspiran una novela completa "La pensión Eva" 

- Simenon es más cruento y duro en las novelas que no son policíacas que en las de Maigret 
- Camilleri es mas cruento y duro en las novelas que no son pertenecen a la serie de Montalbano 

- Montalbano de Camilleri no sale de Sicilia en sus novelas 
- Maigret de Simenon viaja por Europa, América en sus investigaciones 

- No recuerdo una sola escena de humor o hilarante en las novelas de Simenon 
- Camilleri puede ser sentimental, duro, socarrón, mordaz en una misma novela 

- Simenon describe un dia de niebla en París de tal modo que te llegas a sentir mojado y sucio como cualquiera de los vagabundos del puente nueve 
- Para Camilleri los días son soleados y alegres o grises y tristes 

- Montalbano está de mal humor si hace frío 
- Maigret nunca está de mal humor por culpa del clima, excepto en verano, que por estar grueso padece bastante ( y porque lleva más ropa que Isabel la Católica aunque estén a 30 grados) 

- Para Camilleri no es posible la vida en la montaña y con menor motivo si hace frío 
- Para Simenon no es posible vivir en sitios soleados. La luz mata los colores 

- El Montalbano de Camilleri envejece al tiempo que Camilleri pone textos a sus historias
- El Maigret de Simenon es atemporal.  Lo mismo está jubilado, lo mismo está al inicio de su carrera, lo mismo se encuentra destinado en otra ciudad.

- Maigret no para de fumar en pipa 
- Montalbano no perdona una comida 

- Maigret está casado y vive con su mujer 
- Montalbano no sabe ni como está y vive solo 

- Simenon estuvo muy afectado por la muerte de su hermano en la Segunda Guerra Mundial y traslada sus andanzas a novelas que se desarrollan en Norteamérica (el fondo de la botella) 
- De Camilleri acabo de leer "El beso de la sirena" que me ha encantado, y tengo que recomendar a todos aquellos, como yo, que les gusta leer novela rural, y que les gustan que les cuenten que la mejor manera de morir es mirando a un olivo, y que el mejor despertar es el que te da el rumor de las olas 


Continuaré, continuaré. Porque tengo ganas de hablar de Guareschi, otro de mis favoritos,  y decir que, en realidad, Camilleri, Simenon, y Guareschi lo que hacen es escribir lo que algunos llaman Novela Rural y que lo que dicen es que pertenecemos a la tierra, al mar, al aire y no al cemento, al asfalto, o al acero

viernes, 30 de diciembre de 2011

Durmiendo con tu enemigo


A lo largo de mis años cargado de kilos innecesarios he dormido en las más diversas situaciones y compañías.

Al contrario que Cukecito no he sido nunca, ni seré, capaz de estar sin dormir 48 horas seguidas. Me niego a superar esa prueba de la que él presume, a veces, con aire estóico.

He dormido, y compartido dormitorio, con octogenarios, abuelos, abuelas pedorretas, porreros, sinvergüenzas, ladrones, y por supuesto, con sufridos padre y madre respectivamente. Asimismo con amigos, amigos de la infancia, compañeros de colegio, de catequesis, de convivencias, con mis hermanos, primos, sobrinos, novios de mis primas, amigos, novio de mi hermana, y asimismo con las mujeres que han sido mi pareja.

Con respecto a los sitios, he dormido en coches, en viajes en avión, en barcos, en hoteles, en la selva, en la playa, en la nieve, en cuarteles, en conventos, tiendas de campaña, al raso, en el sofá del salón, en algún suelo, y además en mi cama.

Con respecto a mi ropa de cama he dormido con saco de campaña, con saco de dormir, con sábana, sin sábana, con sábana de algodón, de seda, de raso, de franela, de papel. Con edredón de plumas. Con edredón acrílico. Con mantas de algodón. Con mantas de lana. Con mantas pesadas, con mantas ligeras. Con mantas del ejército e incluso con la manta de mi tío Jesús, de cuando estuvo interno en Valladolid, que pesaba una tonelada, pero que abrigaba un montón.


Pero con lo que nunca había compartido dormitorio y mi sueño, ha sido con un gato.

Con perros sí. De hecho, de mis mejores recuerdos de la infancia tengo el de Argos, perro simpático, con meteorismo y sinvergüenza, que no sólo se levantaba sobre sus patas traseras robando la comida del mostrador de la cocina en fechas señaladas (dejó sin merluza a mi abuelo , recién operado del estómago, en la cena de noche buena) si no que se colaba en la cama de quien fuera en el momento que encontraba una puerta abierta. A mi, de pequeño, si estaba en casa el animalito, de noche, me gustaba levantarme a abrirle la puerta para que se subiera a dormir conmigo. El resultado era que yo acababa en un lado de la cama y él en el otro. A cambio, me lamía los pies y la cara en el momento que sacaba algo por fuera de las sábanas. Gesto simpatiquísimo, que lejos de darme repugnancia, provocaba mi risa, y mayor cariño hacia el cánido.

Hoy, de Argos sólo tengo una gran foto, que vela mi sueño desde su marco en mi mesilla de noche

Pasados los años, casi cinco lustros, ha venido Baldomero Fernández, alias Buffer (léase báfer) que nunca ha querido dormir en mi cama, pero que si que se ha comido alguna zapatilla mía pero que cómo perro, ha respetado mi sueño y mi sitio.

En definitiva, digo, nunca he tenido mascotas de mi propiedad.


Con los gatos, la cosa es completamente diferente. Por lo visto, el jodido bicho por la noche se activa. No entiende lo que es el sueño reparador. Ni tampoco conoce el concepto "espacio vital del humano"

Ayer, fue mi primera vez con un gato: la noche comenzó cuando el colega marcó su territorio meando un poco en el edredón de la cama poco antes de irnos a dormir. Gato 1, humano 0. Humor del humano -5.

Posteriormente, una vez que el humano se ha metido en la cama y ha apagado la luz, el felino ha recorrido perimetralmente la habitación. Esto es, pasa por encima de tu cabeza, por el cabezal de la cama o directamente por encima de tu almohada, saltando a la mesilla de noche y desde allí intentaba engancharse a las cortinas de la ventana. Desde ese punto, salta al suelo, del suelo sube a la cama por los pies, y desde allí vuelve a dar una vuelta por la casa maullando.
Gato 2- humano 0. Humor del humano -6

Esa rutina, que yo me atrevo a llamar patrulla nocturna, le ha llevado gran parte de la noche. Ha pasado por encima de mi cabeza al menos tres veces, con lo cual calculo que al menos seis veces ha hecho su patrulla.

Gato 8- humano 0. Humor del humano -12

La manía del animalito no me molestaría demasiado si no fuera porque nunca sabes lo que está haciendo exactamente. Yo se que me ha mordido al menos una vez en la cabeza, y me ha clavado las uñas otra.

Gato 10 - humano 0. Humor del humano -14

El caso es, y es lo grandioso, que además el pequeño tigre tiene su manía, y es que, me ha despertado varias veces a lo largo de la noche. He llegado a la conclusión de que cada vez que mi humana persona empezaba a roncar, el gato se molestaba y me despertaba con sus saltos, afilada de uñas, maullidos y demás parafernalia gatuna, ya que además, el gato, tiene su lindo cascabel, que funciona de maravilla, sin fallar ni una sola vez. ¡¡No se atasca nunca!!

Gato 11 Humano 0. Humor -20

En fin, que me dicen que el gato ha pasado parte de la noche subido encima de mi, a veces dormido, velando mi sueño.

En este punto, Gato 20-humano 0. Humor del humano sube a -8 por el detalle de que el gatuno quiera estar, pese a todo contigo

Resultado final Gato 20 - Humano 0. Gana el gato por KO


De esa parte de que el gato ha dormido encima de mi no me he enterado, pero creo que los gatos y yo tenemos poco en común a la hora de compartir dormitorio, cosa que sí que se que tengo con los perros, en especial, con la memoria de mi querido Argos

lunes, 5 de diciembre de 2011

Kinder-garden Tagore




Debo de ser uno de los pioneros en eso de pasar mis primeros años escolares, antes de los seis años, en lo que ahora se llaman Guarderías, y que antes eran "Jardines de Infancia". El mío se llama o se llamaba Kinder Garden Tagore. Hasta la denominación Kinder Garden era novedosa en esa época de la serie Cuéntame

Hablaré poco del mío. Tengo pocos recuerdos y muchos malos y sobre todo una sensación : ABURRIMIENTO

Así que, a otra cosa, mariposa:

Mi trocito de cielo siempre dice "quien con niños se acuesta..." y es por su frase, y porque ahora me ando con niños de distintas edades, unos de 5 y otros de 75 que tengo que hacer mi post a este respecto.

Aunque parezca mucha la diferencia entre mis niños de 5 y los de 75, son muchas las cosas que les unen y sólo una las que les separa y esta es el número de días que se han levantado por la mañana.


Este fin de semana he estado con mis niños. Y voy a intentar sacar una lista de lo que supone ir con unos u otros.


- un niño de 5 años te pide que le montes su tren eléctrico
- un niño de 75 años te pide que le montes su tren eléctrico

- un niño de 5 años, cuanto montas su tren eléctrico, rompe sin querer alguna pieza
- un niño de 75 años, cuanto montas su tren eléctrico, también rompe alguna pieza

- un niño de 5 te pide que le arregles su bicicleta
- un niño de 75 te dice que le mantengas su coche

- un niño de 5 años, con sus herramientas de juguete, estropea el manillar de la bicicleta
- un niño de 75 años, con su herramienta de la tienda del chino de todo a 100, estropea la caja de la bateria de su coche


- un niño de 5 años, te pide que le arregles su bicicleta
- un niño de 75 años intenta arreglar el coche


- un niño de 5 años, juega a arreglar su bicicleta
- un niño de 75 años, juega a hinchar las ruedas del coche con su hinchador manual

- con un niño de 5 años, te tocará arreglarle a bicicleta, cosa de nada
- con un niño de 75 años, después de que juegue a hinchar las ruedas del coche con su hinchador manual, te tocará hincharle las ruedas del coche en la gasolinera. Mejor aún si es un día que llueve. Cosa un poco más grave


- un niño de 5 años, como no puede, te obliga a recoger su tren eléctrico
- un niño de 75 años, como no puede, te hace que le recojas su tren eléctrico

- un niño de 5 años no sabe lo que quiere en un restaurante
- un niño de 75 años pide de todo en un restaurante

- un niño de 5 años no puede acabarse todo el menú en un restaurante.
- un niño de 75 tampoco

- un niño de 5 años se encapricha una y otra vez con la misma clase de juguete
- un niño de 75 años se encapricha una y otra vez con la misma clase de paraguas

- un niño de 5 años siempre te regala un dibujo del colegio
- un niño de 75 años siempre te regala un paraguas como el suyo, o una maquinilla de afeitar como la suya. Como tiene muchas, el regalo se repite

- un niño de 5 años se pone nervioso cuando reparten golosinas por si no le dan
- un niño de 75 años se pone nervioso por si se queda sin flan en el restaurante

- un niño de 5 años pregunta muchas veces por lo que quiere
- un niño de 75 años pregunta muchas veces por su flan en el restaurante

- un niño de 5 años te aturulla y te hace perder el hilo
- un niño de 75 años aturulla al camarero del restaurante, le hace perder el hilo, y éste, el camarero, acaba trayendo el flan antes que el segundo plato

- un niño de 5 años puede hacer morir a su mascota por darle mucho de comer
- un niño de 75 años casi mata a su mascota por darle mucho de comer de lo que no debe

- un niño de 5 años sueña ir al parque a ver a sus amigos
- un niño de 75 años sueña con ir a la comida anual con sus amigos

- un niño de 5 años se pasaría el día viendo en televisión su dibujo animado favorito
- un niño de 75 años se pasaría el dia viendo en televisión su película de indios y vaqueros favorita

La relación es extensa, y la tengo apuntada por ahí. Así que por el momento pongo puntos suspensivos y prometo, esta vez, continuar

miércoles, 9 de marzo de 2011

La horchata y el farton


Uno se piensa que su garbancito le necesita y que depende precisamente de ese uno.

Nace y es un pequeño hombrecito desnudo e indefenso. Sin embargo, a los cuatro días de haber nacido, se está bajando de la silla y quiere ir andando de tu mano para ver escaparates.

No mucho después una mañana, al levantarse de la cama, desaparece a tus espaldas porque se ha ido el solito al cuarto de baño.

No te has dado ni cuenta, y al poco tiempo, desde sus ochenta centímetros de altura se pide en un bar de carretera un "sumo de socolate" .... y ya nada es igual....

Ayer por la tarde su abuelo le invitó a una horchata. Cuatro generaciones contando a sus bisabuelos en esa misma barra de esa misma horchatería. Y la horchata sigue siendo igual de buena o mejor

El garbanzo ya se sienta todo digno en lo alto del trono. A un lado su abuelo, y al otro yo. El abuelo se pide un helado de turrón sin azúcar y al pequeñajo le ponen una horchata pequeña. Parece que pedir sólo bebida no puede ser. El abuelo pide dos fartons calentitos.

Ya no necesita ayuda. Muy dignamente coge el primero de los fartons, y a pesar de que no le da para meterlo en el vaso, nada... allá que va. Se zampa como un señor el primero de los fartons. Y como se queda sin horchata (la masa recalentada coge más horchata del vaso) su abuelo pide otra horchata, se coge el canijo su segundo fartón y se lo zampa igualmente con una parsimonia increíble.

Tengo que decir que padezco un grave trauma debido a que a mi nunca me dejaron repetir aunque me muriese de sed por comer bacalao en un bar!!

Al final el abuelo nos invita. El abuelo dice que necesita ir al cuarto de baño. Su nieto le dice con su voz de marisabidillo : "está por allí!! y están muy limpios!! pero no toques nada , abuelo!! "

La dueña del local debe de notar al abuelo estreñido. Con la comanda del helado sin azúcar, le acompaña una sobredosis de sorbitol. Cada día, cada vez que regresa del paseo y del helado, su abuelo entra a la carrera al baño y sale tan contento. El motivo "el sorbitol" que todo el mundo sabe que es desatascante.

Es un cáncer

Estoy agradecido por llegar a la edad adulta en el siglo XXI.

He podido ver cómo se puede operar un cáncer de colon en poco tiempo, de modo poco agresivo, y con una rápida recuperación ( al menos por parte de la cirujía) para el paciente siendo que las herramientas y las anestesias son tan fácilmente eliminables como una fuerte dósis de paracetamol. Me dicen que con la quimio y la radio sucede lo mismo. Es genial . El cáncer existe pero es fácilmente tratable. Enhorabuena y reconocimientos a los investigadores del tema (Barbacid incluído)


Una página web me augura que moriré a los 76 años y de cáncer de pulmón. ¡¡ Vaya !! me mantendré alejado de los lugares con humos. Es decir, visitaré menos a mis tíos y sus reuniones navideñas



Pero, vamos a ver otros tipos de cáncer que me rodean y que me afectan:

Se trataría de un caso como este :

http://www.cotizalia.com/en-exclusiva/empresa-publica-indemniza-238000-euros-falseando-20110110-63458.html

que requieren cirujía mayor, o podas sin anestesia, cárcel para los causantes y mil males mas que mi condición cristiana me impiden enumerar y mucho menos desear, pero que me hacen hervir la sangre cuando a mi no me subvencionan ni los cafés del desayuno

Y ahora voy y te cuento el truco


Parafraseando a Patch, qué listo que soy. Te he tomado el pelo durante años y ahora voy y te tomo el pelo contándote el truco.


http://www.abc.es/20101228/local-castilla-mancha/anuncio-repsol-201012280735.html


Este truco, o engaño, o timo superlativo que quiero comentar me hace sentir tan mal como los reportajes o pseudo reportajes de las televisiones por cable en las que cuentan los trucos de magia de espectáculos de tercera, como ese de la levitación de una mujer en el aire que en realidad se hace por medio de un toro elevador de palets

Debería enganchar aquí otras reflexiones que tengo en borrador, pero es que esta me molesta especialmente

En el anuncio de una guía de carreteras te cuentan que hay un pueblecito de no se sabe dónde, que ahora resulta ser Alocén en Guadalajara, que quiere salir en las noticias. Deciden inventarse algo para salir en las noticias. Para ello, ¡tachán!, ¿qué se les ocurre? pues denominar el pobre empedrado de una callejuela reparada como "adoquinado del siglo XII de la villa". Qué idean:pues cambiar el bar del pueblo, por un restaurante con pretensiones, en el que el Cocido pasa a ser "consomé a la espuma de tocino" o algo así. Lo mismo para la fonda, para la fiesta del tomate y supongo que para más cosas que el anuncio recorta

Pues muy bien! Este anuncio en la ficción es la triste realidad . Vivo en un pais que solo puede ofrecer humo y vivir de las apariencias

A mi me han tomado el pelo un par de veces en pueblos como éste. Pero no se repite. Yo ya voy a todas partes con mi mochila al hombro, comida en la tartera y muy pocas ganas de gastar.

¿ Sabéis lo que os digo? Que allá vosotros

jueves, 8 de julio de 2010

Cada cuatro años




Recuerdo aquel verano como el primero de mi vida en el que me aburrí. Hasta entonces, todos los veranos de mi infancia fueron una suma de días sin obligaciones escolares, en los que se disfrutaba del buen tiempo, de la piscina de la "huerta de Antonio" y de la playa de Cullera. Todo diversión. Todo alegría.

Mamá estaba embarazada del autor del blog de aquí al lado. El calor a la ribera del río Tajo era espectacular, y los días transcurrían tan lentos como el trote de una tortuga. Sin embargo, era el verano del mundial.

A mi aquello no me atraía nada. Eran partidos multi-color en los que no conocía a ningún jugador, y en los que tampoco me iba nada porque, la verdad, no se si España llegó a clasificarse para ello.

El caso es que, reunidos en casa todos, mis tías inclusive, una tarde de domingo empecé a ver un partido especial: unos iban de naranja y otros iban de blanco y azul a rayas. Al comienzo del partido se montó una tangana porque el árbitro no dejaba jugar a un jugador albiceleste por ir con el brazo escayolado. Recuerdo que se llegó a leer en los labios de uno de aquellos un "hijodeputa" al árbitro

Al final el partido comenzó, y yo, que no iba con nadie, empecé a fijarme en lo bien que juegan los de naranja. Una y otra vez llegaban a puerta y una y otra vez perdían el balón. En la segunda parte, dos contragolpes de los albicelestes dejaron el marcador 1 a 3.

Al final perdieron el partido, y me pareció súper injusto aquel resultado , sobre todo por la falta de decoro de los otros.

Era el año 78. A lo largo de partido me quedó claro que las selecciones eran Argentina y Holanda.

Argentina era para mí el país donde se fue a vivir la mamá de Marco, y Holanda un sitio en el que mis tías iban de viaje y traían mantequilla y galletas en lata, de esas que hay casas con empinados tejados a dos aguas. Las señoras allí, tenía la idea, de que llevaban sombreros parecidos a los de la madre de familia de "la casa de la pradera"


Cuatro años en blanco. Llega el mundial del 82 y se celebra en España. La selección juega en el estadio que hay al lado de casa de mi abuela. No me gusta el fútbol y me da igual lo que suceda con él. Sin embargo, ver que llegaban hasta casa gentes de todo el mundo, de los más remotos países atrajo mi atención hasta el extremo de que era muy entretenido ver los partidos, sobre todo cuando enfocaban al público y veías a africanos, o a árabes con trajes típicos de cada país.

Me enamoré de la selección española. Me tragué los dibujos animados de Naranjito. Comí hasta hartarme Poskitos para después coleccionar cromos de jugadores de todas las selecciones . Aprendí quién era Zico, quién era Sócrates (que tiraba penaltis de tacón), Platini.. . Puse todas mis esperanzas en Arconada y..... nada, que a la calle. Que no por ser anfitriones íbamos a tener las cosas fáciles. Y eso que a Honduras le robamos el partido gracias a los árbitros

Otros cuatro años en blanco. Llega México. En mi fuero interno sabía que era muy difícil cada partido, sin embargo, una noche de madrugada, Butragueño tuvo su tarde y enviamos a casa a Dinamarca. Qué bien lo pasé. Y qué mal lo pasé cuando en el partido siguiente un tal Eloy falló un penalti ante Bélgica en la tanda de penaltis. Tercera decepción.

Y nada, a partir de ahí, se confunden los partidos de los mundiales en mi memoria. Recuerdo grandes partidos de otras selecciones, pero ninguna de la mía. Aprendí a disfrutar del fútbol internacional en lugar del nuestro.
Me acostumbré, y no me resigné, a que los seleccionadores llevasen a jugadores que una y otra vez pinchaban en la selección. Me cansé de ver a Butragueño en el suelo. A Salinas correr sin rumbo. A Zubizarreta comerse balones. Agujeros en las bandas, agujeros en las defensas, agujeros por todas partes. Decepciones una y otra vez.

En algunos casos, como en Estados Unidos, no nos llegamos a clasificar y Javier Clemente tuvo que dimitir (yo lo hubiese echado mucho antes). En Corea un tal Camacho lo hizo algo mejor. Pero en cuartos, la anfitriona, encerrándose atrás nos envió para casa otra vez. Fue el mejor resultado en un mundial moderno: quedamos quintos en la clasificación pero la decepción no me la quitó nadie. Cuando no era por una cosa era por otra. Siempre los había mejores que nosotros.

Y llega un tal Aragonés. Fastidia un mundial ante Francia, y dice que deja la selección. A cambio hace lo que le da la gana en la Eurocopa de dos años después. Los poderes fácticos, los mas media, ya no pueden con él. Total se va a ir y no pueden hacer presión para echarle. Al final , una selección sin complejos gana una Eurocopa con un juego diferente, que se atraganta cuando los del equipo contrario se encierran en su campo pero que acaba funcionando


Dos años después, un tipo serio y que lleva bigote continúa con el trabajo del tal Aragonés. Se atraganta un partido ante Suiza. Yo ya les daba por vencidos una vez más. Mi decepción fue tan profunda que dejé mensajes de desánimo incluso en el facebook y aposté en las porras en contra de España.
No me gustó el juego ramplón y las imprecisiones en los pases de los primeros partidos.

Todos los equipos contrarios se encierran atrás y no dejan huecos. Pero al final los nuestros ganan. Ganan contra Portugal, ganan contra Paraguay (mi recuerdo para los necesitados de esos países, Perú y Paraguay) y anoche van y ganan a Alemania. La Alemania que juega al fútbol como si fueran italianos. Quizá por eso les haya ido peor.

El caso es que por fin me ilusiona mi selección. Vamos a jugar una final en un mundial cuando yo no hubiese apostado un euro por ello. No me gusta el fútbol, pero me gustan los mundiales. Me gustan estos partidos y me gusta recuperar la ilusión de nuevo. Creo que ya los de fuera no son mejores que los míos

Sin embargo, no entiendo a mi país:
En la calle la gente chilla "yo soy español, español , español, yo soy..." y lo hacen por el fútbol y sólo cuando gana la selección, pero no, por ejemplo, cuando, en los últimos treinta años un conjunto de políticos nos llevan a la ruina económica. Cuando el mismo conjunto destruye la unidad política de esta especie de federación que se han inventado con el grave riesgo de que acabemos todos viviendo en el río.

NO entiendo a mi país:
Nadie grita por la calle cuando llevamos dos años con más de 4 millones de parados

NO entiendo a mi país:
Nadie grita por la calle por ser mil-eurista y a cambio tener que pagar más de doscientos cuarenta mil euros por una vivienda

NO entiendo a mi país:
Nadie grita por la calle porque en los órganismos públicos se crean puestos de alta dirección a costa del dinero de todos y se contrata por doquier consintiendo que, a cambio, ningún órgano administrativo funcione con el rendimiento que toca ( excepto Hacienda, claro)

No entiendo a mi país:
en la prensa, los periódicos de Uruguay, Alemania y Holanda alababan a su selección por haber llegado a Semifinales. En los españoles hemos querido prender fuego a la melena de Sara Carbonero. Jubilar a Torres. Echar a los leones a del Bosque.


Pero no todo es fútbol. El mejor deportista que he visto nunca por televisión, que se lesiona con 22 años su rodilla, ha tenido que leer y escuchar comentarios que poco menos que le recomendaban la instalación de su persona en una residencia de ancianos dándole por acabado. Se llama algo así como Rafa Nadal, que calla a todos con su raqueta y con grandes premios a todos los que quieren criticarle por no negarse a llevar la bandera de España (grave insulto a los progres) y encima ser del Real Madrid (peor insulto a los seguidores del gran embustero ZP)


Creo que la mejor definición de España está en el tebeo de Asterix de "Asterix en Hispania". Cuando tenga un rato la copiaré en este blog

Mientras tanto me gusta saber que los míos no son los peores. Son los mejores hasta que Robben y Sneijder me lleven la contraria

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Las nuevas tecnologías


Yo, igual que mi primo Zapatitos, tengo dos asesores personales. Uno es asesor de asuntos familiares y laborales y el otro es asesor económico-político. Zapatitos tiene 600 que también pago yo.

Con este último asesor, el económico-político, hablaba yo el otro día de que el último y definitivo invento que se tenía que haber incorporado a nuestras vidas era el micro-ondas. Incluso el teléfono móvil no tenía tanto sentido como queremos todos pensar. En realidad, llegábamos a la conclusión, de que personalmente no nos hacía tanta falta en nuestras rutinarias vidas.

He visitado a los papás. Los míos se entiende. Y en casa también se han incorporado las nuevas tecnologías en el desayuno.

A primera hora de la mañana, me encuentro, enorme, brillante y con un aspecto imponente una máquina que por su contenido en granos, es una cafetera que ocupa medio mostrador. Parece que lo hace todo. Incluso facilitarte una hipoteca.

El caso es que he intentado hacerme un café. Tendría que ser algo fácil ¿no ?. Pues no. Sólo tiene tres botones y una rueda sensitiva. Una pantalla te indica lo que vas a seleccionar, pero claro, yo no quiero un café fuerte, quiero uno medio largo de café. Al final he creído detectar lo que quería, y he pulsado en el botón que marca una tacita.

Lo que ha sucedido es que se ha puesto a moler café como una descosida, y el ruido era infernal. Cuando ha acabado de hacer ruido, he intentado que saliese el café, y lo que he conseguido es que hiciera mucho ruido cargando agua.
Cuando, por fin, he avanzado un poco mas en el menú de selección ha sonado una alarma por selección incompatible o algo así.

El caso es que ha llegado mi padre, en pijama, y por detrás y me ha soltado la primera bronca de la mañana y segunda de la jornada por no saber poner la cafetera.
El caso es que efectivamente, ayer, me llevé la primera por colapsarle su portátil intentando descargar las fotos de Currito, Lucía y Sobrinodos.

Las nuevas tecnologías deberían estancarse un poquito, porque de seguir así, me quedaré hasta sin asesor personal a la hora del café.

A ver, a ver