miércoles, 11 de noviembre de 2009

Las nuevas tecnologías


Yo, igual que mi primo Zapatitos, tengo dos asesores personales. Uno es asesor de asuntos familiares y laborales y el otro es asesor económico-político. Zapatitos tiene 600 que también pago yo.

Con este último asesor, el económico-político, hablaba yo el otro día de que el último y definitivo invento que se tenía que haber incorporado a nuestras vidas era el micro-ondas. Incluso el teléfono móvil no tenía tanto sentido como queremos todos pensar. En realidad, llegábamos a la conclusión, de que personalmente no nos hacía tanta falta en nuestras rutinarias vidas.

He visitado a los papás. Los míos se entiende. Y en casa también se han incorporado las nuevas tecnologías en el desayuno.

A primera hora de la mañana, me encuentro, enorme, brillante y con un aspecto imponente una máquina que por su contenido en granos, es una cafetera que ocupa medio mostrador. Parece que lo hace todo. Incluso facilitarte una hipoteca.

El caso es que he intentado hacerme un café. Tendría que ser algo fácil ¿no ?. Pues no. Sólo tiene tres botones y una rueda sensitiva. Una pantalla te indica lo que vas a seleccionar, pero claro, yo no quiero un café fuerte, quiero uno medio largo de café. Al final he creído detectar lo que quería, y he pulsado en el botón que marca una tacita.

Lo que ha sucedido es que se ha puesto a moler café como una descosida, y el ruido era infernal. Cuando ha acabado de hacer ruido, he intentado que saliese el café, y lo que he conseguido es que hiciera mucho ruido cargando agua.
Cuando, por fin, he avanzado un poco mas en el menú de selección ha sonado una alarma por selección incompatible o algo así.

El caso es que ha llegado mi padre, en pijama, y por detrás y me ha soltado la primera bronca de la mañana y segunda de la jornada por no saber poner la cafetera.
El caso es que efectivamente, ayer, me llevé la primera por colapsarle su portátil intentando descargar las fotos de Currito, Lucía y Sobrinodos.

Las nuevas tecnologías deberían estancarse un poquito, porque de seguir así, me quedaré hasta sin asesor personal a la hora del café.

lunes, 17 de agosto de 2009

La barbacoa



Cuenta mi padre que en una ocasión, en verano, harto de la ciudad y de las vacaciones veraniegas en la playa, quiso resucitar su juventud llevándose a Mamá a su pueblo con la intención de comer en el campo unas longanizas o así a la brasa. Creo que yo, y estoy seguro que Cukecito, no habíamos nacido.

Ahora la carretera y los coches han mejorado mucho pero aquel viaje de verano de la playa al pueblo era infernal. EL mismo calor que ahora, con carreteras mucho peores, atestadas de coches y camiones, sin aire acondicionando y sin autopista. Además los coches desprendían casi todos un olor a gasolina que era la leche y las náuseas no se quitaban en 5 días después de una excursión de aquellas. Hoy el viaje nos lleva una hora y cuarto como mucho. En aquel entonces de la serie CUENTAME de tres horas no bajabas.

Es cosa clara que a la parejita su familia no podía dejarles solos por el pueblo. A ver que iban a pensar. Por otro lado, el concepto de barbacoa no existía y el de lo bien hecho, en mi casa, tampoco ( y más si se trata de algo desconocido o gitanesco, como es comer a la intemperie.... "el campo para las margaritas" deben pensar..)

El caso es que cuando llegaron a la parcela en la que hacer su ágape estival no tenían leña, cosa nada rara, porque la leña la queman igual que los rastrojos en la mancha en otoño, en cualquier rato tonto que no tengan nada que hacer. Uno que anda a menudo por allí, para hacer el fuego, arrimó unos sacos de papel de cemento, de los de la la eterna obra de al lado, para lograr hacer llama , y con esos sacos otros de plástico de los abonos del campo con restos de los nitratos y guano pegados....

La cosa no pintaba nada bien, el olor de aquello quemado no iba a ser nada placentero para el paladar con las longanizas... pero bueno...

El calor aumentaba a cada rato. En toda la parcela no había una sombra, ni la piscina estaba limpia para refrescarse. No había agua corriente, y la canícula de agosto no ayudaba a superar el malestar, el bochorno, el cansancio, el asco de fuego que estaban haciendo. Por otro lado, las moscas, numerosas, molestas y pegajosas debían ser ya el punto y final de aquello.

Al final, estaban todos comiendo de pie sobrellevando estoicamente la ocurrencia de mi padre. Porque estas cosas siempre se le ocurren a mi padre que es el ocurrente de la familia.

Comían directamente de las latas. Y las latas de conserva en casa son para los mejillones, las sardinas y las anchoas. Todo el mundo sabe que las anchoas en lata son de lo mejor para comer en el campo. Entran de maravilla, no dan sed y acompañan a las moscas.

El ágape llegó a su momento culminante cuando apareció por el camino un perro delgadísimo, abandonado, sarnoso y lleno de garrapatas. Al olor del fuego apareció el pobre para ver si pescaba algo.
Sus andares eran los de una culebrilla del campo. Su espalda se ondulaba de izquierda a derecha al andar. Debía haber sido atropellado por la carretera y andaba "descordado" como los toros en la plaza cuando se caen o les pican mal. Dice mi padre que cuando lo vio, a lo anterior se le sumó la pena, y ya no pudo comer nada más, pese a que en su ánimo debía querer ser el alma de la fiesta.

Si aquel día hubiese aparecido por la puerta de casa un cortejo funerario con el finado a hombros y sin caja, el mal trago para aquellos comensales no hubiese sido peor.

Siempre pensé que mi familia no estaba para la vida moderna y que lo suyo es la reclusión y el más exquisito respeto por las normas , usos y costumbres impuestas por mi abuelo.

Y eso lo he estado pensando hasta ayer mismo.


*--********--------***********---------*
¡¡ cómo mola que te inviten a una barbacoa!!

el plan pintaba bien. Piscinita, cervecitas, y luego barbacoa de costillas, panceta, cosas sin colesterol y que no engordan. Nosotros llevábamos la bebida.

Quedamos en un chalet, de la hermana del homenajeado.

Una vez que dimos 5 vueltas a una palmera y al mismo chalet, en un pueblo con calles sin nombre, y ordenadas por números, logramos hallar el hotelito.

Sale a recibirnos un toro y un pastor alemán. Al final, el toro resultó ser un cachorro de 8 meses que pesaría unos 50 kilos. Guapo , con aspecto de bull dog, era tierno y simpático como cualquier otro cachorro de perro de 7 meses... Su ama, con orgullo , nos comentó a todos que aún le quedaban unos 20 kilos por engordar ( madre mía, los mismos que tengo que adelgazar yo, pensé)


El pastor alemán. Pequeñito, con mucho pedigrí, resultó ser más simpático aún. De los que te dejan en los pies un juguete para que se lo lances.. Craso error, a la que hice caso al perro, el tío no se separaba de mi...

Resulta ser un caso de esos de "El Encantador de perros" en el que el perro, que no ladra , no te mira, no reacciona a las voces, gritos o grandes aspavientos, se queda mirando obsesiva y compulsivamente cualquier juguete que encuentra y si no consigue hacerte mover, lo coge con la boca y te lo deja en la mano o a tus pies para que se lo tires. Siempre sin perder de vista el juguete. Estaba claro que era un cruce de 9 generación entre padres e hijas, porque un perro tan trastornado no es normal.

Ya se sabe que los metros cuadrados son caros, y en fin. Doce adultos, un niño de tres años, y un toro y un pastor alemán pues muy anchos no estaban en el jardincillo del hotelito.

A lo largo de la tarde mi miedo siempre fue que alguien se cayese de espaldas al suelo por tropezar ora con el toro, ora con el pastor alemán , ora con alguno de los juguetes del perro pirado, que eran grandes, y además estaban completamente mojados por sus babas. Como además había carros de niños... aquello era peor que la calle Colón en Valencia un sábado por la tarde.

Lo simpático del toro era que, en sus vueltas entre nosotros, pisaba con cualquiera de sus pezuñas exclusivamente a los que iban descalzos. Además arañaba. Eso si, te miraba con una ternura increíble para un perrazo de su tamaño cuando le regañabas


En cuanto a la barbacoa y sus brasas... Primero fue encender unas yescas de carbón que mucho no tiraban, y cuando lo hicieron, como era poco, pusieron un saco de carbón completo, sobre la cocinita encima de la anterior... sin sacar del cartón.... El cartón del carbón, al prender, se deshacia en virutas que subían con el aire caliente e incandescentes, y caían en forma de ceniza. Aquello era exactamente igual a la cremá de las fallas.

Para acabar de arreglarlo, el carbón no cogía calor, por lo que hubo que añadir más petróleo prensado....

La carne iba a saber bien: cartón, petróleo, carbón.... Yo me acordaba del "CAstellano Viejo" de Larra, pero no quise mencionarlo porque pocos libros he visto en las casas de estos congéneres.

Por otro lado, el homenajeado, estaba empeñado en hacernos beber cuatro cajas (es decir, 24 botellas) de sidra recién traída de Asturias. El sistema consistía en que el escanciaba y nos daba a beber un taponazo que se bebe del tirón.... Mi mareo een el tercer vaso era notable, y mi ardor de estómago mejor aún. Yo y la fruta frescas somos incompatibles. Mejor me lo apunto para la próxima.


continuará

lunes, 1 de junio de 2009

El gran torino


Entrar.




Sentarte.




Convivir con gente incapaz de permanecer con la boca cerrada




Sentir como Eastwood te atrapa a ti y calla a los demás.




Nos da una lección magistral de cine.




Elabora su alegoría. Se despide. Hace mutis.




De los ocho euros mejor invertidos de mi vida en un cine

La satisfacción de lo bien hecho


Baste esta imagen.

Me muero de envidia.

Chapeau



De todos modos, un comentario: si os acordáis de mi Madrid al celebrarlo, sois menos campeones

viernes, 22 de mayo de 2009

El club de los embustes muertos



Al hilo de un reenvío de una presentación powerpoint acerca de cómo éramos de diferentes en la época de la serie "Cuéntame" a los chicos de ahora se me ocurren unas cuantas mentiras que he asumido como verdaderas y que ahora me traen loco. Hace poco hablaba de mi generación, de las últimas en hacer la "mili" y creo que la última en creerse algunos embustes que quiero enumerar.

- El primero: estudia, estudia, que serás algo en la vida.. Pues bueno , cuanto menos me he dejado años en la tareíta del estudio y, con sus pros y sus contras, me encuentro conque de haber seguido un oficio en lugar de licenciarme, me hubiese ido de otra manera. Crecí creyendo que un fontanero, electricista o pintor de brocha gorda era una tarea humilde y en mi edad adulta, cada vez que contrato a alguno de estos resulta que: - gana el triple a la hora que yo- elijen a sus clientes- vienen a casa con un coche aún más sencillo que el mio, pero no se privan de cacerías, vacaciones en el mar e incluso submarinismo.- me niego a hablar de su declaración de la renta en comparación con la mía, en los apartados de declaración de ingresos.
Por cierto, conozco a un pintor de brocha gorda ha cambiado hasta tres veces de casa en los dos últimos años pagando a tocateja y sin rechistar. Igualito que yo que sigo con la misma casa.

- la segunda: se buena persona, que los malos van a la cárcel . .... ¿pongo ejemplos de políticos ? ¿ de terroristas?

- la tercera: comprar una casa es una excelente inversión. Si necesitas el dinero la vendes y ya está. Y encima te ahorras impuestos.Que se lo digan a los que tienen la casa con el cartel de se vende desde hace dos o tres años

- la cuarta: no se te ocurra vender tu casa sin comprar otra inmediatamente. Será la primera vez en la historia que los pisos bajan de precio.

- la quinta: el matrimonio es la forma de vida más adecuada para cualquiera - la sexta : lo del Madrid en Liverpool va a ser un chorreo

- la peor de todas: en la serie las chicas de oro, la actriz que encarna a Dorothy (Bea Arthur), recientemente fallecida, era dos años mayor que la actriz que hacía de su propia madre Sophia Petrillo (Estelle Getty).
¡¡ Toma embuste!!

viernes, 17 de abril de 2009

La anécdota



La anécdota

Soy de los últimos que pueden contar anécdotas de la mili. Mi generación fue la última en tener que hacer el servicio militar obligatorio, y poco después de finalizarla dejó de ser obligatorio hacer el servicio.

Cual abuelo Cebolleta, símplemente con decir que la he hecho, me gano la atención en las tertulias del café ante mis novatillos pejeteros. Y eso que mi mili fue reducida a 9 meses. Menos que un parto que son cuarenta semanas.

La promoción siguiente a la que yo realicé la mili tuvo en su bolsillo un millón de las extintas pesetas por hacer tres meses más de servicio. Yo, por llegar con un año de antelación, me tuve que conformar con mil once pesetas al mes y, eso sí, un mechero y un llavero de mi cuartel que aún conservo. También me saqué unos cuantos carnés de conducir y un mono de trabajo que me pongo para pintar. Ah, y la diversión de conducir autobuses y ambulancias imposibles.

A mi esa parte pecuniaria no me tocó, pero a cambio me tocó una tarea curiosa, que no imposible y que creí que sólo se iba a hacer en el ejército: corría la primavera del año 1995 cuando en Madrid los coroneles del ejército hacían presión entre ellos para conseguir el ascenso a general. No todos lo conseguían, ni mucho menos, pero el que estaba en mi unidad hizo todo lo posible por conseguirlo.

Su método fue acudir a cursos, viajes, máster, y cada vez que podía, en cualquier efeméride, nuestro bien amado Coronel, montaba un tinglado en la unidad, con desfile y todo, ante algún general de división. Recuerdo con agrado el homenaje al Coronel de Ingenieros Arias Paz, gran personaje del que algún día tendré que hacer reseñas.

El caso es que llega la primavera. En un cuartel de aquellos era lo mejor que podía pasar, porque la soldadesca no estaba precisamente calentita en los barracones, y a la mínima te podías pasar horas de plantón en cualquier esplanada con un viento helado. Y el caso es que, con la primavera llega el calorcito, y los desfiles los viernes delante de algún capitoste al que luego le invitaban a un vino.

Que no se crea nadie que los desfiles eran con el traje de bonito, todo lo contrario. Eran con el uniforme mimetizado que se usaba en aquel momento y que lo usabas tanto para limpiar, como para conducir, como para meterte debajo de un camión que chorreaba aceite. El truco era que te pusieran del lado donde no llevabas manchas.

Y así, con mi traje de mimetizado, me dan un cubo con pintura amarilla y me dicen que repinte los bordes de la acera donde se haría el viernes el desfile.

En cuclillas comienzas tu tarea, pimpán, pimpán. Un grupo de soldados por la derecha y el otro por la izquierda.

Escaqueados hay siempre, pero aquello era mejor que limpiar la compañía. Pimpán , Pimpán. Los soldados eran indiferentes al olor de la pintura y fumaban sin parar mientras le dábamos a la brochita. Pimpán, pimpán.

La faena no era penosa en absoluto, y al poco ya estábamos llegando al final de la avenida.

En ese punto los soldados se empiezan a desconcentrar, a jugar con las brochas , a salpicarse y..... aparece el Sargento Fofito, militar de escala, chusquero, conocido por todos por su gran parecido con el noble payaso. El aspirante a Geyperman llega mostrando un gran cabreo porque los soldados se escaquean, y un sargento no debe permitir esas cosas. Como casi hemos acabado y la tarea no ha ido mal del todo, antes que acabar debe encontrar alguna pega en aquello. Alguna cosa debía faltar. Algún detalle. Y sí, por fin lo encuentra:

- Mecagoenlalechenometoquéisloscojones!!! repintad ahí.

En mitad de la calzada de la calle. Casi desdibujado por el polvo, por el paso de camiones, por el sol, el frío y la lluvia, se notaba una mancha de pintura en el suelo. Era, sin lugar a dudas, el contorno de un cubo de pintura que alguno, que seguro que era soldado dejaría plantado en el suelo en otra promoción por cualquier otro evento. Al lado del contorno, a modo de pequeños satélites se veían unas salpicaduras redondas, ovaladas, apenas dispersas entre sí.

No recuerdo quién fue, pero pero uno de nosotros se agachó y con el resto de pintura de su brocha repintó el rastro del cubo de pintura, las manchas más redondeadas y alguna ovalada. Y así fue como en lugar de que el tiempo dejase que se corrigiera un error, un indocumentado se empeña en que persista.

Algunas veces me entran ganas de acudir a ese cuartel y comprobar que sigue allí la manchita. Como una especie de peregrinación a la esperanza de ver si las cosas cambian o no en este mundo. El gustazo de pisar la mancha durante el desfile no nos lo quitó nadie.

Casi tres lustros después, en mi trabajo, en la empresa privada, en un banco, y en pleno siglo XXI, me han pedido que haga lo mismo: coge una avenida, repíntala, adecéntala y, bueno, un detalle: mecagoenlaputalechenometoqueisloscojones dejad como estaba esa mancha que está en el centro del suelo y que otro dejó por error. Las cosas no cambian. No hace falta que regrese al cuartel para comprobarlo, seguro que sigue allí, y es que cuando los errores no te cuestan dinero lo fácil es persistir en ellos

miércoles, 25 de marzo de 2009

Breve discurso acerca de la posibilidad de detectar graves síntomas de la denominada enfermedad "Enanez Mental" en los seres que te rodean

Y es así como, entre dimes y diretes, después del atracón Navideño y esperando el agua de mayo, me encuentro con que me veo escribiendo este breve discurso que llamaré "Síntomas de enanez mental". Allá voy:

- una de Cuenca, afincada a la ribera del río Turia me dice: "es que me da mucha rabia. Han acabado la autovía para que los madrileños bajen a la playa". Me pregunto ¿ y los camiones que llevan yogures a tu pueblo no usan autovía ? ¿crees que los autobuses que llevan tu culo gordo vuelan? ¿de verdad te crees que los madrileños atamos perros con longanizas a costa del resto de las provincias colindantes? ¿tu provincia no ha crecido gracias a que los madrileños paran en tu pueblo para que les robes cobrándoles dos euros por un café?

- una pariente cercana de Shreck me dice: "el metro de Madrid es una mierda., me quedé tirada con el carro del niño en una estación que no tenía ascensor".
Pregunto ¿ quién tiene la culpa de que no te mires los carteles del plano del metro ? ¿Tiene el metro de madrid la culpa de que no sepas leer?

- otra nacida junto al antiguo cauce del Turia me dice: "a mi me da igual que los casales hagan ruido y molesten. Como yo estoy dentro....jiji"

Perfecto, seguid así. Los vecinos del centro están dejando sus casas. Otros vendrán otros a okuparlas y veréis que buenos vecinos son y lo bien que lo pasan en vuestras verbenas respetando vuestras tradiciones. Conozco un barrio muy típico.. ¿cómo era que se llamaba...? Ahh, sí, Lavapiés, en MAdrid. ¡¡ Valencianos!! id a ver como se celebra allí la "Verbena de la Paloma". Podréis comprobar lo que se conserva la tradición por aquellos lares donde no se cuida la fiesta.
Me entero por la radio que los movimientos vecinales Valencianos están siendo intoxicados desde movimientos políticos , absolutamente anti religiosos, poniéndose absolutamente en contra de esta fiesta. El mensaje es claro: "las fallas son una fiesta religiosa. A por ella y que no quede ni una". Falleros, seguid así. no me dejéis dormir, llenad la puerta de mi casa de mierda. Mead bajo mi ventana. Impedid que acuda a mi trabajo porque necesitáis una calle para tirar petardos cada uno. Os quedan cuatro ratos para disfrutar de vuestra fiesta. Seguid así

- La misma de Valencia del paso anterior me dice: "no es cierto que no se pongan multas en Valencia. A mi me pusieron una en la moto yendo al fútbol".

Re-pregunto ¿ cuántas veces has dejado la moto donde te da la gana jodiendo al personal y nunca te pasa nada ?
Cuando a alguno que piensa como tú, que tiene que llevar el coche hasta la misma puerta del estadio, se le queme el piso porque los bomberos no pueden pasar por culpa de un partido de ese equipo que tiene dos estadios, o por culpa de un casal que no deja un carril para el paso de camiones de bomberos me cuentas si se ponen o no multas y si te importa o no que hagan ruido, o te piensas más donde dejar la moto o si coger el coche o el metro.

- Otro de una empresa de telecos me cuenta: "en mi empresa los jefes son unos cabrones. Han quitado las garrafas de agua y han puesto una fuente que se alimenta del grifo. El agua es peor. Los compañeros se quejan mucho". Le respondo: " Oye, y ¿cuántos de los que se quejan se molestaban en cambiar el garrafón cuando se acaba?"

- El pasado viernes, en "cuatro", un reportaje de la estación de esquí Sierra Nevada. Una emocionada anciana, hastiada de vino y de comida de caterin, agarra un discurso nacionalista y se lo canta al periodista de "Callejeros": "la sierra no es de los madrileños ni de los sevillanos, es de los que estamos aquí".

Vale señora, cuando estés enferma no te vayas a buscar un médico de campanillas a Madrid o a Sevilla para que te cure el carciroma. El galeno te va a estar esperando en agradecimiento de cómo le tratas cuando va a pasar las vacaciones en tu casa, al que maltratas y robas. E igual que el médico te lo dice el abogado, fontanero y repartidor de butano. Pequeña mental, a ver, ¿no te das cuenta de que la carretera que tienes en la puerta de tu casa es gracias al turismo? ¿No quieres darte cuenta de que gracias a eso te has bajado del borrico en el que ibas hasta el otro día?.

- Y por último en mi retiro veraniego: bajo a comer con mi ojo derecho en la casa de comidas donde el del blog de aquí al lado hace muchas migas. La dueña me habla de crisis, de averías en su chimenea, de fallas y de fin de año. Se queja de que no hace negocio. Me argumenta: es que lo de aquí no se puede aguantar, los jóvenes no tenéis discotecas a donde ir. Y yo pienso, ni discotecas donde oir música con gente y no con chavales cargados de anfetaminas, ni cafés donde beber buen café y leer un diario o periódico, ni bares donde estar a gusto, refrescarse, pasar el rato y charlar. No hay donde ir, no hay donde aparcar. Relajarse es un imposible en fiestas de guardar y en la época estival.

Os habéis cargado el corral de vuestra gallina de los huevos de oro.

En tu pueblo no puedo dar un paso porque tropiezo, cada poco, con los monstruos de hormigón que habéis construido sobre la tierra sagrada de vuestros mayores. Fuísteis a por el pájaro de oro en la mano y os habéis cargado el establo de las vacas gordas, las flacas y por supuesto, el corral de la gallina de huevos de oro. Ahora no os quejéis, que trabajáis 3 meses y os váis de vacaciones 9


Y con todos esos síntomas me tengo que curar esta crisis cuando la única salida que le veo es ser pioneros en la fabricación de fuentes de energía baratas y cercanas. Apañado voy. No puedo montar una central nuclear con los 15.000 millones de euros que tengo ahorrados porque contamina pero si que puedo ver kilómetros de costa destrozados, bosques aniquilados, rios de ango cada otoño por causa de lo anterior, chalets que se construyen donde antes había pinos milenarios, polígonos empresariales por doquier vacíos de empresas y llenos de pastilleros. Carreteras sin sentido, glorietas que te pierden....

¿Sabéis lo que os digo? Allá vosotros

viernes, 16 de enero de 2009

El Tinín


Vaya!!! , ¿ de verdad eres tú ? ¿ Te llamas Tinín o era Nanín ?


Hace tiempo que no se de ti. No se si eres tú realmente. Es que han pasado como unos veinticinco años.

¡¡No has cambiado nada!! ¡¡Estás igual que siempre !!

Te he visto en una foto en el periódico de fútbol y enseguida me he acordado de ti. Claro, claro, gente como tú, en el expansión no sale, en ese periódico la gente curra mucho para salir en la foto. Y tú lo de currar duro lo llevas mal, tú donde tienes que salir es en el Marca.

Es que no se si eres tú pero eres clavado.

Verás, me he disparado, veo tu foto, y vaya que si me acuerdo de ti, y sabes una cosa: me das asco. Pero no se si realmente eres tú. Aunque creo que después de leer el Marca sigo sintiendo asco.

Y es que viendo la portada empiezan a pasar escenas pasadas por mi mente. Joder, ¡¡ qué foto !! ¡¡ No puedo dejar de verla !!. Tengo que reconocer que esa caída de ojos no la tiene ni el rubito que se tira a actriz que hace de Lara Croft, por eso creo que eres tú el Tinín que yo recuerdo.

Miro para atrás, y miro, y veo, y recuerdo, y no paro y..... vaya , es que te he visto mucho. Eres clavado al Tinín que yo conozco, pero hace 20 años ese nombre no se llevaba.

Si eras tú resulta que te he visto subido a Vespinos cuando los demás no pasábamos de un vulgar autobús urbano de los de Tierno Galván, o del metro, al que usía por supuesto nunca se subía si no era colándose, para echarse unas risas, supongo o para tener algún tipo de subidón.

Si eras tú me he cansado de verte vestido con la más cara de las ropas en la puerta del centro de estudios, elegantemente apoyado en un turismo, o en una moto derrochando con las dos manos. Recuerdo que si hacías una compra durante el recreo te encargabas de ir con la bolsa de la caratienda debajo del brazo para demostrar que tenías nivel. Pero eso solo es si eras tú.

Si eras tú te he visto reírte de un repartidor de butano porque sí, pero luego te has cagado encima cuando el cachas de naranja casi te parte la cara. Te he visto llevarte por delante, con tu moto, a un municipal adelantando por la derecha a un autobús urbano cuando estaba en su parada. Te he visto jalear a una tipa borracha de 16 años, hasta arriba de cerveza y de martini con limón, pegando a una vieja-rica que no podía ni con su abrigo en Claudio Coello

Si eras tú te he visto hacerle la pelota a los puertas de los bares de copas, a los relaciones públicas y a los dueños para sacarles por la patilla una copa de ballantines aguada.

Si eras tú te he visto gastarte el equivalente a dos menús del día en una máquina de marcianitos y luego te he visto ir a mangar a la tienda de gominolas.

Si eras tú te he visto ir de cena a sitios caros y luego te has ido sin pagar dejando que otros lo hicieran por ti.

Si eras tú te he visto presumir porque otro ha hecho un examen por ti, igual que la mili, igual que tus deberes, igual que todo.

Si eras tú te he visto querer estar siempre subido en un escalón por encima de los demás. Nunca he podido llevar tu nivel de vida, creo que nunca lo haré, pero se que no me interesa.

Si eras tú he ido a esquiar contigo, he pasado recreos y noches de viernes y sábados contigo, he ido de cenas contigo, he ido de copas contigo y me he negado de ir de putas contigo, y te he visto hacer todo lo que te ha dado la gana aprovechando la impunidad de la noche, la lejanía de tutores y el anonimato del grupo.

Verás, si eras tú, si alguna vez has madrugado, ha sido para ir de montería. Jamás has echado una mano a nadie ni jamás lo harás. Nunca te he visto arrepentido, si acaso dolido, como el día que te mangaron el carburador de tu DT-80 cuando veíamos el partido del Madrid en el Triguers.... Ay,, no perdón, que a Tinín no le mangan, a Tinín le "levantan".

Si eres tú, como talento nunca te ha faltado, has ido aprobando cursos, niveles y demás y te he encontrado "trabajando " en bares de copas. En alguno de ellos incluso iba la Obregón. Uno de tus forma de llevarte la pasta por la cara era vender las invitaciones a copas cuando queríamos celebrar un cumpleaños. Creo que por ahí empezaste a ver cómo se puede ganar pasta sin pringarse las manos con farlopa, costo, pirulas u otras mierdas.

Si eres tú perjuraste en un tribunal y ahí fue donde diste el gran salto. Te convertiste en Dios dentro del Olimpo de la Calle María de Molina. Has viajado a todo trapo a costa del templo en el que habitabas, te has relacionado con los mejores y de pronto un día....... sales en el marca. Zeus reniega de ti, y por fin dices una verdad.

Me jode leer que en un acto de supuesta dignidad renuncias a la indemnización que te corresponde por echarte como empleado del Club.... ¿ Sabes lo que es la dignidad ? ¿sabes lo que es ganarte tu puesto de trabajo honradamente ? ¿Un enchufado puede decir que renuncia ?

Tanto si eras tú como si no lo eras no importa. Dentro de unos días nadie hablará de ti. Seguro que tu padre (porque tú solo nunca te has sacado las castañas del fuego) te mete en otro sitio en el que volverás a lo de siempre.

Ya no venderás de estrangis entradas gratis, pero te dedicarás a la ropa, al marqueting, a las modelos o que se yo. Porque es que pasa eso, yo no se como se hace para ganar pasta rápida y fácilmente si no es madrugando y currando, pero tú y los tuyos si, y allí volverás en breve.

No te deseo suerte porque ya la tienes. Caes siempre de pie. El Olimpo blanco sobrevivirá a todo esto. Tú caerás en el olvido.

Pero has hecho daño. Otra vez.

Bueno, eso sólo si eres tú el Tinín que yo recuerdo, o era Nanín... Han pasado tantos años.... ¡¡ Es que sois iguales !! Y además, siento asco

A ver, a ver