Chema se va

Lo más divertido de ver televisión es si lo haces con un niño.

Esto lo aprendí yo con el autor del blog de aquí al lado que disfrutaba un montón con gallinas parlanchinas, caracoles sabiondos y no se qué otros personajes de ficción.

Chema, el panadero, se ha ido, y me deja con la incertidumbre de saber cuántos pelos se habrá dejado pegados en sus tartas o en el pan. Nunca he visto un panadero que luzca pelo largo y que además lo lleve suelto en su panadería. También me deja con la incertidumbre de saber porqué Espinete se ponía pijama para dormir, si era para no desgraciar el colchón de lana con sus púas o por otro motivo. Y eso sí, ¿ no ganaba suficiente con el negocio del pan para llevar unos vaqueros menos feos ?

El tiempo pasa inexorable. Los médicos que me atienden son cada vez más jóvenes que yo, y los olvidados inmortales de la tele dejan de serlo en el momento que menos te lo esperas.

Ahora suelo ver, los fines de semana, el dibujo animado de un japonés impertinente, y una especie de Mickie Mouse que trabaja con herramientas. El Sobrinodos de Cukecito dice que es "iki mun" y el pato Donald a veces para él también es "iki mun". Sin embargo, sus favoritos, y los primeros que ha reconocido han sido los amarillos "sissaa" (Los Simpsons), que tienen poco de entretenimiento infantil pero que me ayudan en la hora de su comida.

Me pregunto si dentro de por lo menos quince años, el Churrito, Sobrinodos, o Lucía sentirán algún tipo de nostalgia por algún personaje, al igual que yo hoy al saber que Chema "el panadero" se ha ido.

Pero más me corroe la duda de pensar qué personaje de los que hay ahora en la caja tonta echarán más de menos... ¿ hay alguno de carne y hueso ? ¿ hay alguna persona en las tardes televisivas ?. Creo que no. Y eso es triste, y acrecienta mi nostalgia más aún.