A lo largo de mi vida me han dado a hacer tareas imposibles. Creo que la mayor de todas fue fregar el suelo de toda una compañía , o sea, sala donde duerme la soldadesca en un cuartel del ejército, con una fregona que sólo contaba con ocho o nueve filamentos de algodón. Otras tareas imposibles curiosas han sido colgar unas cortinas de una pared disponiendo solo de un destornillador como herramienta, o apretar los tornillos de una mesa con un corta-uñas.Reconozco que la tarea de la cortina tampoco tiene mucho mérito. Sabía que se puede hacer porque Papá ya lo hacía en los tiempos en que cortejaba a Mamá en la casa de la playa. Pero claro, lo hizo porque estaba en la etapa del cortejo.
Sin embargo, esta semana, he estado entretenido con otras tareas imposibles como es trabajar sin tener un ordenador personal que funcione. El motivo era que , según me dicen, que no funcionaba el binomio entre mi red y el túnel. Y digo yo : ¿ tengo un túnel en mi ordenador ?
¿ Mi ordenador copula con la red por medio de un túnel? ¿ no sería mas apropiado decir que en el túnel mi ordenador se da el lote con la red del cliente que siempre se hace la estrecha? , ¿ o que en el túnel me esperan agazapados los virus, gusanos y troyanos mas aguerridos de la historia por culpa de mis ansias detectivescas de querer ver lo que no desde la intimidad de mi portátil ? ¿ Es el binomio un instrumento censor de todo lo anterior ?
Total, que pensando en el binomio me he acordado que, precisamente, siendo soldado por obligación, yo leía en las revistas castrenses que me cedían, que los COES ( Grupo de operaciones especiales del ejército) van en binomios, es decir, de dos en dos, apoyándose el uno al otro, y teniendo uno la máxima confianza en el otro. Ese sería el binomio camuflado, vamos, que matemáticamente, si existe, no se utiliza.
He llegado entonces a la conclusión siguiente. Los binomios, cuando no van armados con CETME, (y yo de soldado la mayoría de las veces fui armado con una escoba o una fregona) sólo se dan en situaciones en las que te han asignado operaciones o tareas imposibles. Y he aquí que he desarrollado un nuevo algoritmo matemático, uno digno de película "Una mente maravillosa" : nunca puede funcionar bien el binomio paciente hipocondríaco con cirujano con el mal del parkinson. Es imposible matemáticamente.
Tampoco puede funcionar bien el binomio gourmet de cinco tenedores con empanadilla congelada que te sirvo en plato de plástico. Esta relación se da cuando, de pronto, alguien, que es un gourmet, se te presenta en casa de improviso, y tu compañer@ de piso tira de las reservas del otro que están en el congelador esperando la semana en blanca. Es decir, es esa visita que llega, en la típica semana en la que aprovechas para descongelar el congelador. No tienes un duro, ni ganas de comprar, pero mira, vacías el congelador y de paso lo descongelas. Esta relación tampoco funciona.
Por último, donde he hallado que está la clave de todo, donde voy a hacer mi tesina en la materia, es en el binomio entre peluquero que está calvo y otro que tiene el carnet de calvo.
Es ahí donde he aprendido lo que es un binomio, es decir, la tarea imposible.
Este es el binomio que nunca va a funcionar bien, como mi red con el túnel del cliente. Es matemáticamente imposible que un calvo le corte bien el pelo a otro calvo. El peluquero calvo puede hacer ejercicios de cocinero creativo con sus flequillos, intentando que cojan formas imposibles. El peluquero calvo se va sentir iluminado, va a enfrentarse a todas las leyes de la física. Va a ignorar sus peticiones. Conseguirá por segundos que, los lacios cabellos, se echen hacia lugares donde, ni la naturaleza, ni la gravedad terrestre, pueden admitir que el aspecto de fregona despeluchada que luce el otro calvo, que sentado e inerme, ve que no puede disimular la cerúlea palidez de su cráneo de homo sapiens sapiens.
En resumen: es en el ejército donde solo funcionan bien los binomios, pero esos van vestidos de camuflaje y no cuentan. En el ejército se usan fregonas despeluchadas más que los CETMES. Una fregona sin peluches no friega, y una fregona despeluchada no puede ir a que le corte el pelo un calvo. Son binomios o tareas imposibles.
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